El presente es aburrido

Llevamos casi dos meses en casa y es el primer día que realmente me apetece sentarme y actualizar el blog. Algunos días he pensado hacerlo pero acostumbrados a escribir nuestras aventurillas esta entrada no sabía ni por dónde empezarla. Durante el viaje se me ocurrían ideas para escribir al volver, pero al llegar, entre las circunstancias de la vuelta y la depresión, no he encontrado motivación. Lo primero parece que se ha resuelto ya y nos ha quitado una carga importante de preocupación y la depresión, aunque nos va a días, parece que se va pasando. Estoy segura que nuestras familias tienen ganas de darnos de collejas por las caras mustias que hemos estado poniendo estos dos meses.

Empezar a escribir el blog de nuevo significa que estoy empezando a poner en orden mis notas y que pronto iremos subiendo más información que hemos ido recopilando durante el viaje. También nos quedan tonteorías en el tintero, así que temblad.

Con la poca cabeza que nos quedaba libre estos meses una de las cosas que nos hemos dedicado a pensar es en qué habíamos sacado del viaje aparte de la experiencia. Yo tenía entre mis objetivos mejorar mis fotos, practicar inglés, ser más sociable y menos tímida y creo que en todos ellos he hecho algún avance. Pero de lo que realmente estoy contenta es de la flexibilidad mental que he adquirido estos meses. He pasado de planificar todo con meses de antelación y mirarme y remirarme las cosas cuatro veces a no saber dónde dormir esa noche y no tener un plan a dos días vista. El punto de ruptura fue Nueva Zelanda, donde pasé un par de semanas con bastante ansiedad, pero en cuanto vi que no pasaba nada y me relajé todo fue como la seda. Los meses en el sureste asiático, sin saber qué íbamos a hacer lo siguiente, fueron los más divertidos. Ahora al volver esta capacidad recién adquirida me está viniendo genial para superar la sensación de zozobra, de no saber qué va a pasar. Antes tener varias opciones me estresaba y ahora me parece el mejor futuro posible.

En fin, que hoy cierro el post sin haber contado mucho pero con el firme propósito de empezar a subir todo lo que hemos ido preparando y también de contar cómo fueron nuestros últimos días en Camboya. Y quién sabe....hasta es posible que en unos meses podamos volver a narrar aventuras en directo.