Esta semana han ocurrido dos cosas que me han vuelto a hacer pensar en negativo. Una ha sido un reportaje sobre el Dalai Lama, en el mostraban unas imágenes del 2007 en que George W. Bush le entregaba un premio y luego hacía un discursito sobre lo bueno que era su santidad y todo lo que había hecho para lograr la paz en el mundo. Si no fuera porque pertenecían al año pasado habrían disputado seriamente a la de Nelson Mandela celebrando su 90 cumpleaños junto a Amy Winehouse el título de la más terrorífica del 2008.
Yo me pregunto qué piensa el Dalai Lama cuando se levanta ese día y sabe que va a tener que abrazarse con un tío como Bush, un fanático ignorante que salió de su pueblo para hacer del mundo un sitio cada vez peor. Y sobre todo sabiendo que este individuo en realidad a quien coloca una medalla es a sí mismo. Como si los derechos de los tibetanos, los birmanos o los propios chinos le quitasen el sueño. Yo no creo ni que sepa diferenciarlos ni dónde están cada cual. No digo que los nombres no le suenen, que eso es posible que sí.
Aparte de todas las contradicciones evidentes de este encuentro, tiene gracia que la reciba de un presidente que se unió al partido republicano justo cuando éste decidía quitarle al Dalai Lama la pensión de 15.000 $ que la CIA le venía proporcionando cada mes desde que se exilió.
Es imposible hablar de ningún país asiático donde la CIA no haya metido el hocico, y claro, el Tibet no iba a ser una excepción. Con el Dalai Lama como cabeza de la rebelión, proclamando la no violencia a los cuatro vientos, pero organizando las guerrillas contra China con dinero de la CIA, es difícil situarse. Un hombre de paz suele ser acierto seguro, y más si va de rojo, que queda muy bien en las fotos. Pero claro, este hombre luego llega y se hace arrumacos con George W. Bush y le hace dudar a una.
Por otro lado está la China, que aunque vieja es bastante reciente, que ha vivido en un régimen feudal hasta hace casi cuatro días, e invasiones, guerras civiles y revoluciones aún menos que eso. Que los derechos humanos le interesan bien poco en terreno ajeno y en el propio. Y que crece y crece a base de explotar a parte de su población y a la de los países dentro del radio de influencia de su economía. Los chinos, que como Escarlata, juraron que no volverían a pasar hambre y se van a llevar por delante todo lo que haga falta para lograrlo. Eso son mil trescientos millones poniéndole empeño.
En medio de este sandwich siempre hay alguno: camboyanos, tibetanos, birmanos, laosianos...y eso sin cambiar de continente, que si me paso a África también sacaríamos unos cuantos. Unas veces toca pan China-USA, otras URSS-China, muchas USA-URSS y cuando no, un batiburrillo de todas. Los tibetanos tienen a Richard Gere y a los Beastie Boys y los camboyanos a la Jolie. De momento, porque como las modas de Hollywood van a velocidad de vértigo, a saber cuánto dura esta..
En el caso del Dalai Lama, se me ocurre que como en los próximos años China se haga superamiga de los USA, igual van a su casa a pedirle la medalla. Total, si los USA y China se ajuntan, ya no hace falta chinchar con el rollo del Tibet. Los monjes tibetanos que queden para entonces serán declarados organización terrorista, dando vía libre a China para tomar las represalias que quiera.
No es que yo le eche imaginación, es que la historia tiende a repetirse. El año pasado, el general hmong Vang Pao, que durante años recibió apoyo del gobierno americano a través de la CIA para derrocar al gobierno laosiano, fue detenido acusado de intentar hacer precisamente eso. Es que ahora el gobierno comunista de Laos es amigo, y desde que en 1997 se enterase del complot de la CIA y Hmong ha declarado a estos últimos organización terrorista. Como a los USA el comunismo vietnamita ya le importa un pimiento y sus objetivos están lejos de allí, ha dejado a los hmong como presiento dejará a los tibetanos dentro de unos años.
Roger Arnold : Former CIA secret army
La historia de la detención de Vang Pao es de película, con un agente de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos por medio y todo. El autor del blog En este mundo lo resume muy bien:
"El agente, haciéndose pasar por un veterano de Vietnam traficante de armas, ofreció a Vang Pao, Harrison Jack, un auténtico veterano de Vietnam, y otros exiliados hmong armamento y explosivos para atacar al gobierno de Laos. Durante semanas el agente estuvo tentándoles con la idea de iniciar una insurrección armada en Laos. Los potenciales insurgentes mantuvieron varias reuniones para hablar de una serie de ataques en Laos y recibieron varias ofertas de venta de armas del agente federal encubierto, pero en realidad carecían del dinero para comprar las armas y de la capacidad operativa para lanzar los ataques. Cuando los potenciales guerrilleros expresaron sus dudas sobre la viabilidad de la misión, el agente federal insinuó que tenía contactos en la CIA y que ésta estaba dispuesta a apoyar su misión. Usando como pruebas las conversaciones entre Vang Pao y Harrison Jack y otros exiliados hmong, estos han sido acusados de conspiración terrorista en un tercer país y de estar embarcados en un complot para derrocar al Gobierno de Laos. "
Lo que no atino es a predecir si el Dalai Lama acabará arrestado también o se adelantará a la CIA y en un movimiento inesperado nos sorprenderá escapándose al Brasil antes de que lo cojan, en plan Dioni. Mucho me temo que no va a ser ni lo uno ni lo otro, que se irá dejando que la historia lo juzgue como quiera. A mí desde luego me va a dejar intentado cuadrar el abrazo a Bush con el discurso por la no violencia.
Y hablando de los Hmong, llego a la segunda cosa que me ha tenido pensando. El otro día me fijé que la empresa Inditex utiliza en su colección de otoño de este año un montón de diseños hmong, especialmente en Zara. De hecho venden un bolso por 49 € con el mismo diseño de uno que yo compré. El mío diez veces más barato, claro. Leo que Inditex se ha unido a la Ethical Trading Initiative (ETI), una organización que persigue la mejora de las condiciones de vida de los trabajadores de las empresas proveedoras. ¿También habrán pagado a la comunidad hmong por utilizar sus diseños o sólo hay que pagar cuando el que los hace es Louis Vuitton?