domingo, 3 de febrero de 2008

Haciendo tiempo en Melbourne

Según comentan algunos viajeros en sus blogs, más o menos cada tres meses de viaje pasas una semana tonta en la que te preguntas cosas como "que hago yo tan lejos de casa" o "como le irá a Cachuli en Alhaurín de la Torre". A nosotros el bajón nos ha pillado en Melbourne a punto de cumplir los cuatro cinco meses de viaje, uno más tarde de lo previsto. Porque nosotros planificamos hasta los bajones, que conste. Le echamos la culpa al tiempo y a que hemos pasado demasiado tiempo en las ciudades australianas, muy parecidas a la nuestra (salvando las distancias, claro), y por tanto poco dadas a sorprendernos. Cuando pasas una semana de vacaciones en Amsterdam o Londres no das abasto, pero cuando llevas cuatro meses de viaje sin domicilio fijo quieres descansar o quieres algo que te estimule, y ni en Sydney ni en Melbourne hemos encontrado ninguna de las dos cosas. Por una parte aprecias que son ciudades muy interesantes para vivir, pero por otra no encuentras actividades que te motiven a volvertela a patear por sexta vez en una semana. Así que nos pasamos muchos dias en el Borders, leyendo libros que no nos podemos comprar (bueno, Carol si que puede gracias a sus dotes para la ingenieria contable), o conectados a Internet bajándonos horas Chanante, Buenafuentes y mangas. En la tele australiana hay casi lo mismo que en España: Gran Hermano Infantil, Operacion Triunfo tipo Baile y La Bascula de tu Vida, donde gana el que más peso pierde. Lo mismo que allí, pero con cricket en lugar de futbol.

Pues eso, que andamos haciendo tiempo y enredando con Internet y con el blog. Por cierto, aprovecho ahora que puedo para contestar algunos de los comentarios que nos han llegado ultimamente: No comentamos nada de viajeros españoles porque no hemos coincidido prácticamente con ninguno. Sólo con una pareja catalano-alemana con los que estuvimos hablando en un camping Outback. En dos o tres casos más hemos oído hablar castellano y catalán, y hasta nos hemos saludado con alguno, pero la verdad es que por aquí se ven muy poquitos. Abundan los alemano-holandeses-austriacos, los británicos y los nórdicos, pero españoles se ven muy muy poquitos. Eso si, todos los australianos parecen haber estado en España, y concretamente en Barcelona. Una ancianita que conocimos en Sydney, idéntica a Miss Marple, habia estado incluso en "las playas de las afueras de Madrid", que la dejaron maravillada. Poco antes, y a sus ochenta y pico años, nos había dado un tutorial sobre como colarse en el metro de Sydney digno del equipo Damart. La técnica, pegarte al de delante (en este caso Carol) para pasar por el torno con un sólo ticket, no era realmente novedosa. Hacerlo justo cuando pasan los dos únicos revisores del hemisferio sur, tan cerca que son capaces de oirte decir "y si no tienes billete pues te pegas al de delante y ya está", tuvo bastante más miga. Los revisores escucharon muy atentamente las explicaciones de la señora y la dejaron irse enseguida, quizás porque ya no eran capaces de aguantarse la risa, así que a la mujer le dió tiempo de alcanzarnos y acompañarnos hasta la salida. Por el camino aprovechó para enseñarnos unas postales que le había escrito alguien en los años 70, que casualmente llevaba en el bolso, y para explicarnos sus andanzas por la península. Luego se volvió a meter en el metro, porque se había salido sólo para seguir hablando con nosotros. Y es que la simpatía de los australianos no tiene parangón.


Por cierto, y ya corto, saludos a los vecinos de Sant Cugat, San Sebastian, Ripollet, Hospitalet, Eibar, Burgos, Arona y Almeria, que son los que mas nos han visitado este mes, sin contar a los de Madrid, Barcelona, EEUU y México,que arrasan. Algunas visitas nos imaginamos de donde vienen, pero la mayoría no tenemos ni idea :). Un día de estos colgaremos el report de visitas internacionales, que es bastante curioso.

P.D: A los del chocolate blanco... Cada vez que vemos una foto del Uluru os imaginamos por allí sin aire acondicionado y nos decimos "no puede ser, tiene que ser una broma...". Por cierto, hemos añadido las tortitas con leche condensada a la dieta... Lástima que no las descubriéramos en N.Z. :)

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Dios mío,¿sabeis desde donde se conecta la gente sin que escriba un comentario?. Esto es terrible, me siento espiado en mis visitas clandestinas, he desconectado la webcam de puro pavor.
Desde aqui animo al paisano de Eibar a que se cale bien la chapela mientras entra en esta web.
Por lo demás sigue siendo una delicia leeros, y más ahora que os habeis vuelto humanos y os ha entrado un poco de morriña. Deberíais escribir incluso un emilio en la lista del canal trivial, ahora que se ha llenado de zombies.
Buen salto de nuevo a Asia!!

Unknown dijo...

Eh, las visitas desde Pineda de diciembre y enero son mías, que he vivido desterrado a 25 Km. de mi casa mientras me hacían unas obras. Que sí, no os riáis, que 25 Km. son una distancia enorme vista desde aquí. Y los zombies que comenta calycanto han sido atraídos por la llamada de mi flamante Anillo Unico, que me llegó desde Nueva Zelanda hace unas semanas: Una Arroba Para Atarlos a Todos en las Tinieblas de eListas.

Animo y no os dejéis amuermar, que os queda un montón por recorrer y se disfruta muchísimo leyendo vuestras aventurillas.

Carol dijo...

Vaya que si sabemos de donde vienen las visitas, y a las horas que os conectais, y si llevais pijama o traje y corbata (en el caso de algunos hasta sin mirar las estadisticas). De lo de los zombies me teneis que contar mas.
Oye, eso de las obras espero que sea un cuarto de invitados para cuando volvamos con los bolsillos hacia fuera.

jose dijo...

Vaya vaya!!! pues sí que nos tenéis controlados desde tan lejos!!!

Por lo del bajón no os preocupéis, que esas cosas pasan (en ambos sentidos de la palabra: ocurren y se van).

Un abrazo desde... en fin, pa qué os lo voy a decir si ya lo sabéis!

Jose

juan ventosa dijo...

Felicidades por el interesante viaje que van haciendo desde hace 5 meses.
Me gusto en especial el relato de Singapour.
Sigan disfrutanto mucho, poque el tiempo vuela, que se los digo yo que ya soy mayor que ustedes.

Adriana.