sábado, 26 de abril de 2008

Hacia el Norte

Hoy he tomado dos decisiones. La primera es no comprar mas adaptadores de corriente. La segunda es, hasta que no salgamos de Laos, darle el dinero justo a Alberto para su manutencion (mas informacion en la entrada anterior). Dicho esto procedo con el post.

Salimos de Luang Prabang en barco hace tres dํias camino de Nong Khiew. Los dํias en Luang Prabang han sido extranyos y el estomago no me ha dejado mas que cuerpo para algunas visitas a templos y una excursion a unas cascadas. La ciudad es muy bonita pero a mi me ha dejado la impresion de que todo estaba demasiado preparado para el turismo y no me ha terminado de convencer. El acoso a los monjes para fotografiarlos es constante pese a las peticiones de respeto que los locales han colgado por toda la ciudad. Puede ser que yo tambien estuviera un poco negativa por estar enferma pero la impresion que me ha quedado ha sido buena solo a medias.


El ultimo diํa tuvimos el acierto de darnos un masaje, laosiano en mi caso, que algo mejor me dejo. El masaje laosiano en este caso era tailandes, o al menos de alli tenia el titulo la masajista. Por desgracia a medida que yo me encontraba mejor Alberto me tomaba el relevo y empeoraba. Para cuando nos montamos en el barco camino de Nong Khiew todos los sintomas que yo habiํa dejado atras los habia cogido el. El viaje eran ocho horas en un bote de unos 10 metros de largo en el que iํbamos ocho personas sentados de forma bastante comoda. Al menos todo lo comodo que se puede ir sentado en una silla de madera de medio metro de alto. No teniํa banyo pero nos habian asegurado que paraba "una e incluso dos veces". Al final fueron cuatro: una para echar gasolina desde un bote-gasolinera, otra porque el agua era poco profunda y debiํamos hacer un trozo andando, una tercera para recoger a un chico con una gallina debajo del brazo (aqui si se declaro un "toilet" masivo) y la ultima para que la mujer del conductor comprase a los pescadores que andaban alli faenando. Entre tanto ibamos pasando aldeas, bufalos de agua que se refrescaban metidos en el rio hasta el cuello, gente pescando o banyandose y hasta un elefante y su mahout. Al final las ocho horas pasaron rapido y Alberto llego cansado pero animado a Nong Khiew. Eso si, bajar del barco y ponerse blandito fue todo uno y para la hora de la cena estaba hecho un guinyapo.




Cuando vi Nong Khiew desde el barco pena que habiamos hecho bien en hacer planes para quedarnos alli un dia entero. El pueblo esta en la ladera de una montanya y separado en dos por el rio, comunicadas las dos partes por un puente. No son mas que unas pocas casas, unas pocas tiendas y cuatro o cinco guesthouses, pero desde casi cualquier punto se ve el rio, que es donde discurre media vida en Laos. Alberto me dice que se parece al pueblo de Apocalyse Now, pero yo como no he visto la pelicula no lo se. Por poco mas de seis euros nos alojamos en la parte este del pueblo, en un bungalow alzado frente a la orilla (el sitio se llama Sunset Guesthouse, recomendado por Lonely Planet, y en este caso de forma merecida). En los dos dias que hemos estado alli una de las mejores cosas ha sido la terraza del bungalow desde la que uno tenํa la impresion de ver todo lo que pasaba en el pueblo. Para mas regusto la familia tenํa un gato que se hacia un ovillo en mi regazo cuando me sentaba a leer.

La manyana siguiente a nuestra llegada deje a Alberto recuperandose (lease "me fui a dar una vuelta por no oirle explicar sus sintomas una y otra vez") y me fui a ver unas cuevas que durante la guerra civil las guerrillas comunistas del Pathet Lao utilizaban como escondite*.

El resto del dia lo pase en la terraza del bungalow viendo la actividad del embarcadero. Una de las llegadas vino anunciada por los gritos del cerdo que traian y que se oian en todo el pueblo. El gorrino venia atado de pies y manos y dos locales intentaban sacarlo del bote mientras el puerco se resistํa y se retorcia entre chillidos. Tras no poco esfuerzo consiguieron colgarlo de una canya de bambu de un par de metros de largo y echarselo al hombro, uno a cada lado. Comenzaron a avanzar cuesta arriba sin calcular las consecuencias de inclinar la canya. El cerdo comenzo a resbalar cada vez a mas velocidad hasta que cayo con todo su peso sobre el que aguantaba el extremo inferior y los dos rodaron cuesta abajo de vuelta al barco. En un par de intentos mas lograron llegar arriba y del marrano no se que fue pero una hora mas tarde aun se le oia chillar desde el otro lado del rio.

A la manyana siguiente, y con pena de dejar Nong Khiew, saliamos para Luang Nam Tha, tambien en el norte pero mucho mas al oeste, casi en la frontera con China. El viaje teniamos que hacerlo en dos tramos, cambiando de autobus en Udomxai. El primer trayecto lo hicimos en un minibus lleno de locales y mochileros a partes iguales. Duro tres horas, tal y como nos habian dicho y nos dejo en Udomxai a las 2 de la tarde. El siguiente no sabiamos a que hora salia ni el tipo de vehiculo y de la duracion del viaje lo mas aproximado que nos habian dicho era entre 3 y 5 horas. Al subir vimos que se trataba de un autobus de 18 plazas y que ya estaban todas cubiertas. Cuando ya me veia haciendo el viaje en taburete de plastico aparecio el conductor y reubico a todo el mundo de forma que quedaron libres nuestras plazas y dos mas. Yo creo que aqui a los conductores les hacen examen de tetris para darles la licencia. Que todos los asientos estuvieran ya ocupados no fue impedimento para que siguiera subiendo gente que se fue colocando en la parte de delante del autobus sobre unos cojines que alguien improviso. Al acabarse las plazas de sentado todavia vinieron dos mas que hicieron el viaje de pie. Y finalmente una chica a la que colocaron en una silla en el pasillo.


Cuando ya parecia que estabamos listos para salir el conductor dijo algo en voz alta al pasaje. Cinco o seis se levantaron y yo interprete que aun no saliamos y que se bajaban a echar un pitillo o hacer un pis de ultima hora. Asi se lo dije a Alberto que se levanto tambien y dijo "pues yo aprovecho para ir al banyo tambien". No habia hecho nada mas que poner un pie fuera cuando nos percatamos de que lo que habia dicho el conductor es que el autobus no arrancaba y que salieran voluntarios a empujar. Pues asi salimos de la estacion, a empujones y en el caso de los voluntarios, incluido Alberto, a saltos para volver a subirse.


Nosotros, pese a tener asiento tampoco ibamos muy comodos. Nuestros sillones no correspondian a ese autobus y no dejaban apenas sitio para colocarnos nosotros y las mochilas de mano que llevabamos. Por eso cuando diez minutos despues de salir el conductor nos hizo bajar a todos tampoco nos lo tomamos mal. Saco un martillo y una llave inglesa y durante media hora dio golpes en todos los sitios donde habia algo mecanico. Nos volvio a montar a todos, lo que costo sus buenos cinco minutos. Cincuenta metros mas adelante volvimos a parar y a bajarnos todos. Por suerte el segundo intento de reparacion tuvo mejor resultado que el primero y el autobus pudo completar las 5 horas de camino que nos separaban de Luang Nam Tha. Aparte de las paradas en las que bajaba gente solo tuvimos que detenernos una vez mas: cuando quedaban 50 kms para llegar uno de los que iba de pie se sento en un asiento que habia quedado libre y el conductor al ver por el retrovisor que le faltaba alguien de pie no consintio en arrancar el autobus hasta que localizo al avispado y le hizo pagar la diferencia de precio.


Llegamos a la estacion de Luang Nam Tha de noche y lloviendo. Tras convencer al tuktukero de que no queriamos ir al hostal de su prima, en el que por supuesto paro para que admirasemos, llegamos a Pheng Thavy, un guesthouse que aparecia en la guia. Echamos un vistazo a las habitaciones que por poco mas de 3 euros estaban muy bien y decidimos quedarnos. Tampoco teniamos plano de la ciudad ni idea de donde estabamos y con la lluvia cualquiera se movia. Nuestro anfitrion, al que creemos chino porque esto esta muy cerca de la frontera, esta casado con una de las laosianas mas guapas que hemos visto. El, en cambio, es salado pero poquita cosa y bastante feucho y es muy suyo hablando ingles. Dice "thank you very mas", "pinguin" (por pillow) y "yourrrl welincome" y algunos dias que la suegra andaba por aqui le han hecho repeinarse con gomina y raya al lado. Nosotros buscamos cualquier excusa para hablar con el porque cada dia nos sale con una cosa nueva.




* El asterisco indica que viene rollo: El interes de estas cuevas y en general de la mayoria de cuevas de Laos es que sirvieron de refugio a las guerrillas comunistas en los anyos 60. Durante estos anyos varias facciones del ejercito y los comunistas se enfrentaron por todo el territorio sin conseguir llegar a un acuerdo para formar gobierno. De esta falta de consenso tenia gran culpa la CIA y el Departamento de Estado estadounidenses, que financiaban a la derecha militar y que queria impedir a toda costa que se formase un gobierno con representacion comunista (Ironicamente el general Phoumi, al que daban dinero los americanos, hizo parte de su fortuna vendiendo opio a los soldados estadounidenses en Vietnam). Con un presidente neutralista y unas partes dispuestas a pactar en un pais con una cultura no beligerante la guerra se mantuvo durante varios anyos simplemente por intereses ajenos a Laos. En el anyo 64, tras asegurarse mutuamente EEUU y la URSS que Laos no interesaba a ninguno, por fin se puso fin a la guerra. Tristemente en unos pocos anyos mas EEUU convertiria Laos en el pais mas bombardeado de la historia en una guerra en la que ni siquiera participaban. En fin, no me enrollo mas, pero recomiendo un libro sobre el tema: "War in Shangri-La" de Mervyn Brown.

P.D. Las fotos son otra vez de Alberto, que conste.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Bueno, bueno..., la historia creo que nunca es tan sencilla como la que se lee en cualquier libro.
Habláis de la extrema bondad de esas gentes, y no dudo que así será, pero...primero: ?seguro que es bueno ser "bueno"? porque los malos de por ahí son malísimos, en esas tierras suele haber hordas sanguinarias; claro, ya está: los americanos! Ayyy, el maniqueismo!
Bueno que os felicito por todos esos relatos tan bien contados.

Carol dijo...

joer anonimo, cuantos deberes nos pones. Claro que por aqui tambien ha habido y hay malos y peores. Algunos hasta los consiguieron echar y los trajeron de vuelta los americanos...upss, he dicho americanos.
Saludos!