Tras un año y pico sin postear nada
volvemos a la carga en Kerala, al suroeste de la India. Entre el
anterior post y éste hemos estado por Corea, Hong Kong y Taiwan,
pero no nos ha dado tiempo de escribir nada o nos ha dado pereza. Por
petición popular de nuestros DOS lectores (el de Burgos y el de
Mataró), y espoleados por la imprevista competencia de Sanchez
Dragó hemos decidido sacrificar una de nuestras tres siestas
diarias para orientar a los viajeros despistados que se creen las
tonterías que ponemos aquí.
Resumo los preliminares: hemos cerrado
el guesthouse un mes, hemos endosado los gatos a los abuelos, hemos
jurado a la embajada india que no tenemos ningún antepasado
paquistaní y nos hemos venido hasta Kochi en avión. Sin novedad.
Kochi es algo así como la capital no oficial del estado de Kerala, y
Kerala, según me pareció oir en un documental de la 2 entre sueño
y sueño, es uno de los estados más alfabetizados, alegres y
dicharacheros de la india. Y se supone que tiene muchas playas, y
tigres, elefantes y cosas así gordas y chulas. Como a nosotros lo de
“todos los que van a la india vuelven cambiados” nos daba
bastante yuyu (y ya nos habíamos comprado toda la ropa en las
rebajas) nos hemos venido a la india light, donde no te desayunas con
una ristra de cadáveres a medio incinerar. Veremos que tal.
De momento llevamos tres días en Kochi
y lo único siniestro son los millones de cuervos que viven por aquí.
Todo lo demás bien: gente tranquila, comida buenísima, ni una sola
cucaracha, nada de acoso al turista... Nos hemos alojado en Fort
Kochi, un barrio que tiene un montón de herencia colonial y de
infraestructura turística de perfil bajo: cafés, guesthouses (Home
stays le llaman aquí), buenos restaurantes familiares y unos cuantos
hoteles “boutique” careros. Nosotros pagamos unos 40€ por noche
en un Home Stay supuestamente bueno, pero que aquí no proporciona ni
de lejos el lujo que encuentras en otros sitios de asia por precios
similares. En cualquier caso, la comida lo compensa de sobras. Comer
en restaurantes (de los de mantel y cubiertos) nos está costando una
media de 4 € por comida, y de momento todos los sitios que hemos
probado han sido espectaculares. En realidad estos tres días han
sido un impasse entre comida y comida que hemos rellenado con siestas
y algún paseo esporádico para disimular. Además, aquí la mayoría
de restaurantes son vegetarianos y los raros son los que no lo son.
Se me saltan las lágrimas. Hay hasta hoteles “vegetarianos”, que
no tengo ni idea de que son (me informaré). Pero el reclamo number
one de la zona es la palabra “Ayurvédico”, que al parecer vale
para todo. Hay masajes ayurvédicos, hoteles ayurvédicos, tejidos
ayurvédicos, de todo... Carol se ha dado un masaje ayurvédico y
dice que bien, pero que viene a ser uno con aceite normalito. De
todas formas no parece que sea algo sólo para turistas: la única
farmacia que hemos encontrado por aquí se anunciaba como “English
medicines”. Hay que decir que el barrio de Fort Kochin está lleno
de turistas ingleses que parecen salidos de Los Ropper y de
mochileros que se buscan a si mismos, así que los locales están
acostumbrados, pero a la que sales un poco del centro turístico ya
empiezas a ser una atracción.
- En la India lo tienen todo muy mezclado. Lo habrán ordenado a su manera, pero si eres de fuera no te aclaras y no hay manera de encontrar las cosas. Compadezco a las madres indias que tengan que limpiar las habitaciones de sus hijos.
- Se supone que son hinduistas, pero por la vestimenta se diría que la mitad son musulmanes. Por otra parte los colegios parecen todos cristianos, y en las tiendas venden figuritas de jesucristo como si fuera un dios hindú más.
- En los restaurantes a veces tienen platos de ternera y en una carnicería hemos visto lo que parecía una vaca a cachos. Cerdos no hemos visto ninguno. ¿Nos han timado?
- Los niños indios desarrollan completamente un entrecejo adulto a partir del cuarto mes de embarazo. Como los japoneses, tienen una talla de niño (la hemos bautizado como mini-niño) que nosotros no tenemos y que está entre el “bebé” y el “niño que ya anda y tira piedras”.
- Esto ya lo sabíamos cuando vinimos, pero los indios no gesticulan “sí” como nosotros, sino que lo hacen como si se quisieran rascar las orejas con los hombros, alternativamente izquierda y derecha. Es muy pegadizo y a la que te descuidas lo vas haciendo por la calle para practicar.
- Hay indios de todos los colores, desde los que tienen ojos claros hasta los que parecen aborígenes. No sabemos si son etnias diferentes, o vienen de distintas partes del país o si tiene que ver con las castas, pero hay una variedad asombrosa. Hay una tipología de hindú que parece bosquimana (super bajitos pero proporcionados) que nos tiene intrigadísimos.
- La única regla de conducir que hay que seguir en la india es usar el claxon de forma continua y sin ningún sentido. Todos la siguen a rajatabla.
- Las señoras que durante toda la mañana barren las calles de Kochin luego tiran lo recogido en la playa.
- Las colas para comprar billetes y similares se hacen separadas para hombres y mujeres. Creemos que debe ser por algo parecido a lo de los vagones solo para mujeres de Japón.Bueno, me voy a dormir que mañana madrugo.
6 comentarios:
Muy grande el post!, yo no he estado en India pero hay una conclusión con la que me sentí totalmente identificado en Sri Lanka (que en algunas cosas es como India pero en limpio): "Es muy pegadizo y a la que te descuidas lo vas haciendo por la calle para practicar."
jajajaja, que grandes!
el bicho de la foto es Smaug?
Gracias por el post!
Aleluya, ¡el blog vuelve a la vida! Veo que no os ha costado nada adaptaros al ritmo de vida indio, jaja. Así me gusta: sin estresses.
Una pequeña anotación: Kerala es diferente al resto de la India, o me lo parece a mí. Kochi en particular se podría comparar con lo que era Toledo: un lugar donde las religiones convivían pacíficamente. Supongo que entre siesta y siesta, habréis paseado por el barrio musulmán, inmediatamente seguido del barrio judío. Y por supuesto, la presencia cristiana está por todos lados: el cristianismo se introdujo en la India por esta región, con una visita de San Pablo (o sea, que no es de ayer). Kochi probablemente sea la zona con mayor concentración cristiana de la región (y tal vez del país, aunque no me atrevería a afirmarlo porque también está Goa). Una curiosidad es que muchas monjas de Kerala han emigrado a España, concretamente a Toledo (me parece que al convento de las clarisas, pero ya no estoy segura).
Bueno, pues después de echar este rollo, me voy a leer los otros posts. ¡Qué manera tan estupenda de empezar el día! ¡Gracias!
Rectifico mi incorrección: el que trajo el cristianismo a Kerala no fue San Pablo, sino Santo Tomás. Se me fue el santo al cielo, jeje.
Ahora que no estoy viajando me divierte mucho leer a blogeros como vosotros, sobre todo antes de dormir para tener felices sueños.
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