viernes, 20 de julio de 2007

Bloqueados

Llevamos aproximadamente un año pensando en el viaje. Que si donde ir, que si cuanto tiempo, que si podremos pagarlo... Hemos cambiado el itinerario infinidad de veces, hemos presupuestado todos los gastos que nuestra imaginación nos ha permitido (desde el seguro médico hasta las comisiones de la tarjeta de crédito), nos hemos puesto algo así como 1000 vacunas cada uno, nos lo hemos currado todo lo posible para dejar las cosas ordenadas en el trabajo... Y ahora, cuando queda poco más de un mes para irnos, nos encontramos totalmente bloqueados.

La sensación no es de pánico, sino más bien de saturación. Es como si los engranajes de nuestros cerebros hubieran girado demasiadas veces pensando en el viaje y se hubieran desgastado. El concepto "año sabático" se ha convertido en un gran montón de detalles y complejidades encadenadas que ya se nos hace imposible ver globalmente. Puedes pensar en toda la gente a la que te gustaría ver antes de irte, o repasar mentalmente qué camisetas te vas a llevar, pero no en el "viaje" en sí. Es una sensación paralizante, y eso es precisamente lo peor. Nos queda menos de un mes y nos da la sensación de que aún hay mil cosas pendientes. Y de que nos olvidamos de otras mil.

Así, si nos preguntais por el viaje estos días, no os extrañeis de que os pongamos alguna cara rara. Carol prefiere la de vertigo, yo la de infinito. En mi caso es posible que me llegue a tapar los oídos. No es que no quiera escucharos, es que no quiero que oigais la bapitaurus que tengo estos días por cerebro.


P.D. En la radio de internet que estoy escuchando acaban de poner "Ready to Go", de Republica. Que cachondos.

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