Tras las caminatas de Periyar y nuestros
fracasos en la búsqueda de elefantes y tigres decidimos irnos de cabeza a la
costa de Kerala. Primero a Alleppey, “la Venecia de Asia”, un pueblo surcado de
canales de agua (backwaters) que
comunican buena parte de las zonas costeras de Kerala y que son la principal
atracción turística de la región. De ahí a la playita de Varkala, a mojarnos
los pies.
Kumily está en la sierra y Alleppey en el mar,
así que todo el camino era cuesta abajo. El señor Claus, nuestro casero de
Kumily, nos recomendó ir en autobús
hasta Kottayam (4 horas para hacer unos 100km) y desde ahí ir ya en barco hasta
Allepey por las backwaters (2 h y media). Precio total, 1 euro. El día empezó
bien, porque nos sentamos en primera fila, justo detrás del conductor, y la
vista de las montañas y los precipicios eran colosales. Luego se fue
complicando a medida que nos fuimos dando cuenta de que nos había tocado un
conductor sicópata. La experiencia fue tan “divertida” que acabó de convencer a
Carol de hacer un post exclusivo sobre la conducción en la India. Si no lo ha
hecho aún es porque le cuesta enfrentarse a sus recuerdos, pero paciencia que
llegará.
Llegamos a Kottayam una hora antes de lo previsto
(parece algo positivo, pero no lo es), y tras recuperar fuerzas y celebrar que
seguíamos vivos con unas dosas y unos dulces nos subimos al barco de camino a
Allepey. El viaje volvió a empezar muy bien: nos pusimos delante de todo para
tener las mejores vistas de las backwaters. La verdad es que es una zona
preciosa, parece sacada del Libro de la Selva. El canal, que se va ensanchando
o estrechando según la zona, está flanqueado casi todo el camino por palmeras y
cubierto de plantas flotantes que llegan a formar islas a las que acuden
multitud de pájaros de todo tipo. Entre las palmeras se pueden ver a ratos
campos de arroz inundados y pequeñas casas que caben justo en los dos o tres
metros que separan ambas superficies de agua. Del canal principal salen otros
más estrechos que se adentran hacia el interior y llegan a pequeñas aldeas a
las que sólo se puede acceder con pequeñas barquitas. La gente de la zona hace
su vida alrededor del canal: llevan cargas en canoas, tiran una caña para
pescar la cena, bajan los dos escalones que separan sus casas del agua para
bañarse o fregar los platos, etc... A partir de las 5 y pico de la tarde es
fácil cruzarse con barquitas llenas de niños con mochilas que acaban de salir
del cole y van para casa. Y de fondo las palmeras, los pájaros tropicales, los
aullidos de algún mono despistado y Bagheera que seguro que está acechando por
ahí aunque no la veamos. Todo muy bonito y sugerente.
Hasta que la pareja de recién casados indios
que llevábamos detrás y que se había pasado ya dos horas haciendo presión
sicológica para ocupar la proa decidió que el canto de los pájaros y el motor
del ferry no era lo bastante romántico para ellos y optaron por ponerse música
en el móvil que pudiera rivalizar con ambos en belleza (fallido) y volumen
(conseguido con creces). Algunos temas eran acompañados en directo por los
mozos, lo que añadía si cabe interés al asunto. Carol ya llevaba una hora
dormida a la sombra encima de las mochilas y no les hacía mucho caso, pero yo,
que estaba en el lado del sol y me había quedado sin agua hacia rato, estuve a
punto de hacerles las armonías vocales. El final del viaje se me hizo un poco
largo. Pero llegamos a Allepey sin más novedad y nos fuimos a nuestro hotel, el
Malayalam, que como todos los que nos ha recomendado Isabel fue un acierto
total (mil gracias).
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Vista matinal desde nuestro porche |
Allepey en si no es que sea muy bonita. Como
en todos los sitios que visitamos por aquí nos cuesta mínimo un día adaptarnos
a la primera impresión, que suele ser “madre mía como se nos ha ocurrido venir
aquí con lo bien que estabamos en dondefueraqueestuvieramosantes”. Tras
devanarnos los sesos con el fenómeno de la guarrería india hemos llegado a la
conclusión de que la diferencia clave
entre los indios y los españoles está en el uso de la escoba. Aquí barrer
barren mucho: hay señoras que las ves dale que te dale con la escoba de ramitas
mientras hablan con la vecina o recitan el narayana de memoria, moviendo la
porquería de un lado para otro. Pero en el momento en que hasta el español
cenutrio medio ya habría decidido usar el recogedor, aquí siguen y siguen
barriendo hasta que encuentran una playa, un arcén, la tienda de el de al lado
o, en el caso de Allepey, un canal. En las casi tres semanas que llevamos en
Kerala hemos visto muchas escobas, pero
ningún recogedor. Igual si a alguien se
le ocurriese importarlos se forraba y de paso resolvía un problema ecológico. O
igual no, porque a veces sospechamos que les gusta ver las cosas así o que
tienen las papilas buengustativas totalmente quemadas por el curry. Pero bueno.
Aparte de la porquería que se acumulaba en los canales del centro, el resto muy
bien. La puerta de nuestra habitación daba a las backwaters, veíamos la puesta
de sol en los canales y nos despertaban los pajaritos (martines pescadores
incluidos) a las seis y media en punto de la mañana.
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Un pájaro later y un ejemplar de later too, vistos desde el hotel |
Me detengo unos segundos a matar a las
hormigas que están saliendo de dentro del portátil y sigo, que no me concentro.
Ok. Desde las tumbonas veíamos pasar a los
pescadores y a las casas flotantes que son “lo más de lo más”, con su cocinero
particular, su aire acondicionado, su televisión de plasma¿? y sus cuervos de
polizones en el tejado. La idea que teníamos era gastarnos las rupias en una de
esas casas deluxe para dos y dormir en el canal al menos una noche. En el
pueblo casi todos los negocios se dedican precisamente a alquilar casas-barco,
pero como no sabíamos muy bien como funcionaba el tema nos fuimos directamente
al embarcadero a preguntar al sitio del estado. Allí nos dijeron que teníamos
que venir el día siguiente a las 9 de la mañana y ponernos a la cola, que “con
casi toda seguridad” tendríamos una con todas las comodidades y el precio
oficial. Al parecer los propietarios intentan alquilarlas primero directamente
al público con precios más altos (o timos varios, sobretodo si reservas por
anticipado o desde otra ciudad) y acaban dejando el resto a la empresa pública
de turismo, que también controla la calidad. Total, que parece que lo mejor es
ir directamente allí.
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Houseboat |
Como hasta el día siguiente aún quedaba mucho
y las casas barco no pueden entrar en los canales pequeños decidimos alquilar
una barquita pequeña por tres horas para darnos unos voltios por ahí y tirar
unas fotos. Creo que nos salió por diez euros, y fue un paseo chulísimo. Con el
motor casi parado, estirados a la sombrita en las camas de la barca, sin
domingueros ni honeymooners... Perfecto. Total, que nos moríamos de ganas de
pillar la casa barco al día siguiente. Como cada noche, nos quedamos a ver la
puesta de sol desde la puerta de nuestra habitación y a las barcazas aparcando
a lo largo del canal. Como decíamos al principio, las Backwaters son el
principal reclamo turístico de Kerala, donde viven cerca de 35 millones de
personas. Un montón, casi como en España, pero menos de un 5% del total de
habitantes de la India. ¿Y que hacen los millones de indios que se apretujan en
Deli o Bombay cuando quieren ver naturaleza? Pues se van a Kerala y más
concretamente a las Backwaters.
Jose Luis Kethrapapoooli seguramente se había
pasado toda la semana reseteando passwords como un loco en el call center de
Bangalore, así que cuando se despertó el sábado por la mañana no tardó ni dos
minutos en meter a la mujer, los cuatro niños y la abuela en el Tata y pirarse
camino de Allepey. Diez millones de pitidos después, y embriagado por la
belleza inigualable de Kerala, decidía gastarse el sueldo de una semana en una
casa flotante para toda la family. Tras una jornada esplendorosa dando vueltas
por los canales, saludando a guiris barbudos que les miran pasar desde sus
hoteles, tirando fotos a contraluz de la señora y los churumbeles, que si ay
que tiro a la abuela al agua que si ay que risa, llega la noche y hay que
aparcar el barquichuelo, cenar, empiltrar a la prole y quedarse a ver las estrellas.
Jose Luis Kethrapapoooli mira las estrellas desde su barca, henchido de la
belleza de la Madre India. Al cabo de un rato de respirar henchido de la
belleza de la Madre India se empieza a aburrir un poco y decide que todo está
muy silencioso y que los señores de los barcos de al lado, y los de más allá, y
los de dos kilómetros más allá, seguramente se estarán aburriendo también. Por
suerte, Jose Luis Kethrapapoooli, que es un encanto de persona, tiene una cinta con los grandes éxitos de
Chiquetete en indio y un equipo de audio de 4000 megawatios con autorewind que
de alguna forma ha conseguido subir al barco. Desde las 10 de la noche
aproximadamente hasta las 6 de la mañana siguiente los éxitos de Chiquetete se
suceden uno tras otro para gozo y disfrute de todos los barcos alojados en el
canal.
Más de quinientos metros al oeste, en la
orilla, un guiri barbudo y su moza se pasan toda la noche proyectando
catapultas incendiarias, asaltos a casas-barco y genocidios aricidas y
dravidicidas. Finalmente deciden que no vale la pena arriesgarse a pagar cien
euros por una casabote y que te toque a Jose Luis Kethrapapoooli y familia al
lado y que las Backwaters son igual de bonitas desde la costa y que al día
siguiente se iban para la playa.
5 comentarios:
Veo que el tema de dominguero ruidoso es bastante recurrente en vuestros posts, lo que da bastante pánico. ¿Realmente hay tantos?
Me he muerto de risa con el Chiquetete indio y también con todo lo demás. Mi hijo me ha pasado vuestro blog y me he enganchado. Que el viaje continúe así de bien!!
Ainsss, por desgracia ya estamos de vuelta en Barcelona. Qué corto se nos ha hecho!
Backwaters of Alleppey is one of the best place which the most of the tourist try to visit. I like this place more and more. I too have visited this place once along with my family members from Lucknow in 2016. This was one of the nice experienced which i gained from the tour. I will suggest the new tourist to prefer this place as the tourist destination.
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